viernes, 25 de diciembre de 2009

Me gusta la Navidad


Me gusta la Navidad. Me encanta el aire festivo que se respira por las calles, la agitación que envuelve el ambiente, como a la espera de algo que va a suceder y que pasará ante nuestros ojos si no estamos muy atentos.

Imagino que por las noches, las figuritas del pesebre se convierten en las bolas, las estrellas y los muñequitos que cuelgan del árbol mientras que los brillantes adornos se cambian por figuras del belén.

Cada mañana creo ver colgada a la Virgen transformada en una hermosa estrella de nieve y que la mula es una campana que repica alegre.

Otras veces creo vislumbrar entre las agujas del abeto, un pastorcillo que no tuvo tiempo de volver a su lugar y espera agazapado mientras me observa asustado.

Muchas noches las paso despierta, esperando oír el zafarrancho que debe suceder cuando, las bolas y demás adornos, descienden apresurados para metamorfosearse en aquella figura del pesebre que contemplan desde la altura del abeto en el que están colgados.

sábado, 19 de diciembre de 2009

El abrigo

domingo, 13 de diciembre de 2009

El mayor placer


-ADMIRACIÓN-


La avioneta se elevó a medida que el sol surgía tímido por el horizonte. Era una CESSNA 172 y aunque tenía sus años aún podía volar y realizar arriesgadas piruetas.
Cuando llegó a una aceptable altura, empezó a soltar un humo rojo. Al finalizar que impresa en el cielo una perfecta y gigantesca admiración.
Hubo división de opiniones entre los que observaban el vuelo. Los optimistas pensaron que era una señal de admiración a los logros de la humanidad que desde el cielo se veían magníficos. Los pesimistas vieron en el signo un toque de atención por los desastres que desde el cielo se veían y que acabarían con la destrucción del mundo.
Tras la acrobacia la avioneta quedó abandonada en medio del prado desconociéndose la identidad del piloto.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Jamón, jamón.


No le gustaba su trabajo,

hacía feliz a otras personas

más él no lo era .



Trabajaba como el mejor,

deslizaba el cuchicho a la perfección,

movimientos rítmicos y parsimoniosos

que desprendían de la carne el mejor sabor.



Cientos, miles de lonchas pasaban por sus manos,

pero ninguna posaba sus labios.

Docenas de jamones diseccionados,

minuciosamente,

para no acabar en su estómago.



El centro de atención,

en fiestas y verbenas,

se peleaban por el fruto de su trabajo

y recibía la aprobación.



No era suficiente,

necesitaba sentir y saborear,

probar las delicias,

de ese gran jamón.



Cortó una loncha fina,

sin duda la mejor,

todos la miraban

y deseaban su sabor,

ilusos,

ya tenía dueño y señor.



Con tranquilidad y alevosía,

se fue acercando aquel manjar

hasta que sus propios labios,

lo pudieron saborear.



Amargo.



No lo volvió a intentar nunca más,

era su desdicha y sino.

La del mejor cortador,

que jamás gustaría del jamón.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El Viajante




La cultura es algo que me fascina, y ya no solo eso, conocer y visitar a otros lugares se ha convertido en mi quehacer diario. Pero si hay algo que necesito es viajar, de un lado para otro, de un país tercer mundista a uno desarrollado, me da igual, solo necesito cambiar mi reloj constantemente.Ahora me encuentro disfrutando de mi nuevo viaje, la naturaleza me llama y yo voy en su busca. ¡Vaya! Unas trabajadoras hormigas, las busco, las miro y las observo, ahí están, entrando en sus hormigueros, donde la reina espera su comida impaciente y pone huevos para reemplazar a las ya fatigadas obreras. Mientras tanto, éstas traen comida de todos los sitios del lugar, se desplazan lejos para alimentar a las demás compañeras.Quien lo diría, desde este avión ese polígono industrial se divisa desde otra perspectiva.